Nada se asemeja al majestuoso amanecer que da la bienvenida a los navegantes que ingresan a la laguna San Rafael.
El ensordecedor estruendo de los témpanos que se desprenden del glaciar del mismo nombre da vida a un escenario de aguas multicolores en que los viajeros pueden disfrutar del glaciar e, incluso, tomarse un whisky con hielos eternos.
La travesía hasta la laguna es un excelente preámbulo del espectáculo que vendrá. El viaje comienza en Puerto Montt, desde donde zarpa el ferry, continúa por Puerto Chacabuco, el fiordo Aisén y el canal Costa para internarse por el estuario Elefantes hasta, dos días más tarde, dar la bienvenida a la imponente pared del glaciar San Rafael, telón de fondo de los pies de Campos de Hielo Norte.
En él, un enorme jardín azulado de hielos flotantes de diversas formas y tamaños que se desprenden dando origen a un paisaje inexplorado en que cohabitan cisnes de cuello negro, caiquenes, patos, cormoranes, además de coipos, pudúes, zorros y lobos de mar. Todo, como parte de un ecosistema originario declarado en 1979 como Reserva de la Biósfera por la UNESCO.
Equipo Necesario
La ropa en la Patagonia es sinónimo de "outdoors". Traiga calzado cómodo de excursión, cortavientos, protector labial, lentes de sol, cámara fotográfica, gorro y guantes.
- Gorros
- Lentes de sol
- Bloqueador solar
- Parkas y Sweaters
- Guantes
- Zapatos de Trekking o botas para las excursiones.
Aclaraciones
El clima que predomina en la zona de navegación de los ferries de Navimag es el de tipo marítimo lluvioso, que se caracteriza por presentar entre 2.000 y 4.000 milímetros de precipitaciones anuales, bajas temperaturas y poca oscilación térmica, y que se extiende desde Puerto Montt hasta la parte norte de la región de Magallanes, por toda la zona de las islas que conforman los canales.
Temporadas
Disfrute de una experiencia única e irrepetible, porque no importa en qué época del año viaje, el paisaje y la luz natural siempre jugarán un importante rol, dramatizando el escenario y enriqueciendo su aventura.
La majestuosidad de las cumbres nevadas y la vegetación en todo su esplendor repletan el paisaje durante los meses de invierno donde prevalece una atmósfera tranquila dando un aire más calmado a la navegación. Los característicos vientos de la Patagonia disminuyen su intensidad preparándose para cobrar fuerzas nuevamente al comienzo del verano.
Es importante señalar que los días más largos y luminosos del verano retraen al invierno y brotan nuevamente el verde a las copas de los árboles, renovando los colores de los paisajes y reflejando la abundante vegetación en las cristalinas aguas de los canales patagónicos. |